Las galletas de nuez son un clásico de la repostería y de la temporada navideña, ya que su sabor delicado y textura suave crean un bocadito perfecto para acompañar el café en una tarde de invierno. Por si fuera poco son muy fáciles de preparar, ya que solo llevan ingredientes sencillos como nueces, mantequilla, azúcar y harina.
Las nueces, al ser el ingrediente principal, aportan un sabor único y una textura crujiente que contrasta con la suavidad de la masa. Además, la esencia de vainilla realza el perfil aromático de las galletas, convirtiéndolas en un bocado irresistible.
Un aspecto destacado de estas galletas es su versatilidad. Puedes disfrutarlas tal cual o personalizarlas con ingredientes como: canela, ralladura de naranja, ralladura de limón y cardamomo en polvo, entre otros productos.
Consejos para almacenar tus galletas de nuez
Usa un recipiente hermético: Una vez que las galletas estén completamente frías, guárdalas en un recipiente de vidrio o plástico con tapa hermética para evitar que absorban humedad u olores externos.
Aléjalas de la luz solar: Mantén las galletas en un lugar fresco y seco, lejos de la luz directa del sol y de cambios bruscos de temperatura.
Congélalas si necesitas conservarlas por más tiempo: Colócalas en una bolsa de congelación con cierre hermético y retira el exceso de aire. Al descongelarlas, deja que alcancen temperatura ambiente antes de consumirlas.
Evita apilarlas si están espolvoreadas con azúcar glass: Para preservar la presentación, separa las capas con papel encerado o pergamino.
Precalienta el horno a 160 ºC. Pon a tostar ligeramente las nueces durante unos 10 minutos con mucho cuidado para que no se quemen. Cuando estén frías, divídelas en dos partes, muele una parte con un procesador de alimentos y la otra mitad la trocéalas con un cuchillo.
Pon en el recipiente de la batidora la mantequilla, el azúcar y la vainilla y mezcla bien con la pala hasta tener una crema suave. Añade las nueces y el azúcar y mezcla de nuevo. Si no tienes batidora puedes hacer este proceso a mano, solamente hay que amasar un poco hasta tener una masa homogénea.
Forma bolitas con trocitos de masa del tamaño de una nuez. Coloca las bolitas en una charola para hornear con papel encerado o un tapete de silicón.
Hornea durante unos 20 minutos hasta que estén empezando a dorarse por encima. Saca del horno y espolvorea abundantemente con azúcar glass.
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