Cada que llega la temporada de calor se antoja disfrutar fruta fresca, pero muchas veces desperdiciamos una parte que bien se puede reutilizar: las semillas. A continuación, te compartimos 5 maneras de utilizar las semillas de papaya en casa para no tirarlas.
Utilizada para postres, mermeladas, aguas frescas, helados, salsas o ensaladas, la papaya es una fruta llena de sabor que es originaria de las zonas tropicales del sur de México y Centroamérica, donde se conocen variedades como la maradol, verde, gialla, cera y chincona, indica información de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Qué beneficios tiene el consumo de papaya
La palabra "papaya" proviene del maya páapay-ya, que significa "zapote jaspeado". Su pulpa se utiliza en la industria alimentaria como ablandador de carne, en la textil para macerar fibras de lana y algodón, y en la curtiduría de pieles.
Su cáscara contiene una sustancia llamada papaína, que es una enzima proteolítica, facilita la digestión de las proteínas y actúa como agente antitóxico contra ciertas toxinas, como las de la difteria y el tétanos. Además, su aplicación externa contribuye a la cicatrización de heridas.
Y que tiene múltiples usos como fertilizante orgánico para plantas, infusión para la piel o exfoliante corporal. Pero no es lo único que se puede aprovechar de esta fruta, ya que también sus semillas están llenas de nutrientes.
Según el Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana, el fruto, las hojas, las semillas y el látex de la papaya se utilizan para tratar diversos problemas digestivos, como inflamación y dolor de estómago, diarrea, estreñimiento y molestias al defecar. También se emplea como vomitivo y fortificante estomacal. Para aliviar el estreñimiento, se recomienda consumir la fruta en ayunas durante tres días.
Sin embargo, su uso más común es para combatir los parásitos intestinales en niños que presentan síntomas como abdomen inflamado, falta de apetito, deseo de comer tierra, rechinamiento de dientes al dormir, molestias intestinales y apatía. Para eliminarlos, se sugiere consumir semillas sancochadas con látex, ingerir la fruta en ayunas, beber una infusión de hojas de papaya o tomar una cucharadita de látex durante las comidas, señala el Atlas.
Para combatir áscaris, oxiuros y tricocéfalos, se mezcla el látex con una pequeña cantidad de leche recién ordeñada. A niños mayores de tres años se les administra la savia del fruto combinada con miel de monte. Contra las amibas, se recomienda consumir las semillas crudas, solas o con ajo, también se recalca en este documento.
Además, la papaya se utiliza en el tratamiento de enfermedades respiratorias como asma, bronquitis, difteria y dolor pulmonar. También se aplica en el cuidado de heridas, granos, verrugas, fiebres y artritis, así como en el control de la diabetes y la pérdida de peso.

5 maneras de utilizar las semillas de papaya en casa para no tirarlas
- Condimento picante: Lava y seca bien las semillas. Después tuéstalas ligeramente en una sartén o en el horno para intensificar su sabor. Muele las semillas tostadas en un molinillo de especias o mortero hasta obtener un polvo fino.
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Infusión digestiva: Muele una cucharadita de semillas de papaya. Hierve una taza de agua y añade las semillas molidas. Deja reposar durante 5-10 minutos y cuela la infusión. Bebe esta infusión después de las comidas para favorecer la digestión y aliviar molestias estomacales.
Fertilizante para plantas: Seca las semillas al sol y tritúralas. Después mezcla las semillas trituradas con tierra o composta. Esparce la mezcla alrededor de tus plantas para proporcionarles nutrientes y mejorar la calidad del suelo.
Antiparasitario natural: Consume una cucharadita de semillas de papaya frescas o secas en ayunas. Puedes mezclarlas con miel o yogur para mejorar el sabor. Las semillas de papaya contienen enzimas con propiedades antiparasitarias que pueden ayudar a eliminar parásitos intestinales. Es importante mencionar que si se tiene algún problema de salud, se debe de acudir con un médico especialista.
Exfoliante natural: Muele las semillas de papaya hasta obtener una textura gruesa. Mezcla las semillas molidas con aceite de coco o miel para crear una pasta. Aplica la pasta sobre la piel húmeda y masajea suavemente con movimientos circulares. Enjuaga con agua tibia para eliminar las células muertas y dejar la piel suave.
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