Recuerda que no todas las frutas y verduras se lavan de la misma manera; ni con jabón de trastes, vinagre, plata coloidal o desinfectantes amigables con los alimentos. De hecho, hay una manera correcta de limpiar y desinfectar cada uno de ellos, en especial del brócoli, según la ciencia.
Esta es la forma correcta para lavar el brócoli
Para empezar, deberás escoger ramilletes de brócoli que no estén dañados o golpeados, procura que sus floretes estén verdes y no amarillos o verde grisáceo; de esta forma te aseguras de tener productos frescos. La Food and Drug Administration (FDA ) te recomiendan seguir las siguientes recomendaciones:
Lávate las manos durante 20 segundos con agua tibia y jabón, previo y después de manipular frutas y verduras frescas.
Desecha toda parte dañada o golpeada antes de preparar y comer tus frutas y verduras.
Usa una escobilla o un cepillo pequeño para tallar las verduras .
Frota suavemente los vegetales mientras los enjuagas bajo el chorro de agua corriente. Puedes lavar con jabón o con un producto para lavar tus frutas y verduras.
Lava los productos frescos antes de retirarles la cáscara, ya que de esta manera la suciedad y las bacterias no se podrán transferir del cuchillo a la fruta o viceversa.
Seca las frutas y verduras con una toalla de tela o de papel para reducir las bacterias que aún estén presentes.
Desecha las hojas externas de las cabezas de los ramilletes. Deja escurrir tus verduras y después corta con un cuchillo completamente limpio al igual que la tabla.

Cocina el brócoli de esta forma para evitar que te provoquen gases
Si además de lavarlo quieres cocinarlo de la forma adecuada para que no te provoque gases, debes aplicar uno que otro paso a tu forma normal de cocción, pero antes, entendamos el motivo por el que ocasiona los gases. El brócoli es pariente de las coles de Bruselas y la coliflor; eso nos hace suponer que nos pueden provocar gases o inflamación intestinal debido a que contienen rafinosa, estaquiosa y verbascosa, unos oligosacáridos que nuestro intestino delgado no puede digerir por completo.
Estos oligosacáridos al llegar al intestino grueso son fermentados por las bacterias intestinales, produciendo gases como hidrógeno, dióxido de carbono y metano; en otras palabras, los temidos gases.
Corta tus floretes de brócoli en tamaños medianos a pequeños. Procura que sean frescos y de calidad,
Vierte en un sartén amplio con agua suficiente al vapor, los brócolis deberán quedar parejos, ni uno más arriba que otro. Esto favorece una cocción uniforme y reduce el tiempo de cocción.
El brócoli se cocina rápidamente, y como máximo debes hervirlo durante 5 minutos, de lo contrario puede hacer que pierda su color, textura crujiente y nutrientes. Este método reduce la formación de compuestos que pueden causar gases.
Como consejo extra, puedes agregar hinojo o trozos de jengibre a la cocción, ya que puede ayudar a reducir la formación de gases por sus propiedades naturales que poseen.

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